NOTABLE SÍNTESIS.
El semanario “La
Mañana”, cuya línea editorial puede compartirse parcialmente –tomaremos, esta
vez, el lado bueno; otro día, quizá, nos detendremos en yerros doctrinales que
lo manchan gravemente- publica en su número del miércoles pasado un extracto de
una conferencia del Dr. Guzmán Carriquiry, secretario de la “Pontificia
Comisión para América Latina”, algunos de cuyos párrafos transcribiremos a
continuación. Bajo el título de “¿Qué es
lo que está pasando en América Latina?”, el Dr. Carriquiry, en admirable
síntesis, describe la tumultuosa situación por la que atraviesa Hispanoamérica
hoy.
Así, comienza
historiando que “ […] con el derrumbe del socialismo real, la conclusión del
mundo bipolar de Yalta dejó anacrónicas narraciones y contraposiciones
ideológicas, aunque sobreviven por inercia […] el ‘nuevo orden internacional’
proclamado por el neocapitalismo triunfante, que incluso llegó a prospectar el
‘fin de la historia’ destinado a recorrer sin alternativas los carriles del
liberalismo económico y la democracia liberal […] y una paz y prosperidad para
todos, ha sido teatro de una ‘tercera
guerra mundial a fragmentos’, del terrorismo y del incremento de la violencia
por doquier […] enormes concentraciones de riqueza y especulaciones
financieras, la profundización de la brecha de inicuas desigualdades sociales
entre opulentos y multitudes de excluidos […] Este cambio de época lleva
también consigo la difusión mundial de la sociedad de consumo y el espectáculo
como gigantesca máquina de distracción de masa, de vigencias relativistas,
individualistas […]”
“Es muy claro que
las protestas populares y callejeras que irrumpen por doquier encuentran sus
causas de fondo en la pobreza y en la desigualdad. No hay que considerarlas como producto de quién sabe qué
conspiraciones, sean de derecha o de izquierda […] [En Hispanoamérica] los
años de las ‘vacas gordas’, de 2007 a 2014, gracias a los altos precios
mundiales de nuestros productos energéticos, minerales, agrícolas y ganaderos
[…] [no fueron aprovechados ya que] los países latinoamericanos se concentraron
en un ‘neo- extractivismo’ sin afrontar reformas estructurales […] no hubo
políticas de industrialización que aprovecharan para crear valores agregados a
esa riqueza […] de los aprox. 600
millones de latinoamericanos, su 30,2%, o sea 184 millones viven en condiciones
de pobreza, en tanto un 10,2%, unos 62 millones, se encuentra en condiciones de
pobreza extrema […]”
En una palabra: el 40% de los hispanoamericanos es pobre.
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El Dr. Guzmán Carriquiry |
“Pues bien, estas
espontáneas protestas callejeras son respuesta a la carga de muchos
sufrimientos […] Si a las condiciones de pobreza y desigualdades le sumamos el
reguero de modalidades de corrupción
que ha tenido gran impacto mediático y judicial –en gran parte de los casos de
cuantiosas coimas bajo contratos amañados con empresas multinacionales o
empresas nacionales ‘amigas’ o complacientes- […] la resultante es un ‘mix’ de
rabia muchas veces descontrolada […] la
quiebra institucional más notoria se sufre en democracias cada vez menos
representativas. Se ha desfondado, por lo general, la estructura
tradicional de los partidos políticos en América Latina […]”
“Partidos políticos
conservadores y liberales siguen apostando a políticas económicas
neo-liberales, sin haber aprendido de las profundas crisis económicas,
financieras y sociales […] que dichos enfoques provocaron […] [confían] en el
mercado, en general controlado por la alianza de poderes políticos y grandes
grupos económicos que dejan un vasto tendal de ‘excluidos’. Tender siempre a
achicar el Estado […] es ignorar que hay bienes públicos fundamentales que el
mercado no puede ni quiere satisfacer universalmente […] no es de extrañar,
pues, que dichos partidos no logren, sino coyunturalmente, la adhesión y menos
la representación de vastos sectores populares […]”
“La actual
coyuntura expresa también cierto agotamiento de las izquierdas políticas e
intelectuales […] han ido sustituyendo u ofuscando, o también mezclando, cada
vez más raídas proclamas e intenciones de transformación social con la aceptación
acrítica de sub-productos culturales de las sociedades de alto consumo, con su
relativismo hedonista, con sus formas de colonización cultural […] [se han]
convertido en los protagonistas propagadores de discursos sobre la
liberalización del aborto, los matrimonios homosexuales, el alquiler de
vientres femeninos, la facilonería para el divorcio, la ideología de género,
etc., considerándolo todo ello como signos de ‘progreso’ (‘progreso’ por cierto
lanzado y sostenido por grandes agencias y corporaciones internacionales y
convertido en mentalidad común).”
Finalmente: “[…] el
narcotráfico se ha convertido en la
‘multinacional’ más rentable de América Latina, con enormes poderes de
corrupción de dirigencias políticas y financieras, pero también de corrupción
de muchos jóvenes de sectores populares, seducidos por la ganancia fácil e
inmediata, dispuestos a las más crueles violencias […] El narco- negocio quiere
dominar o neutralizar el Estado a través de diversas formas de complicidad, o
quiere destruirlo. No es la mera represión de las fuerzas de seguridad que
lograrán acabar con ello […] tampoco parece solución adecuada la liberalización
del comercio de drogas ligeras bajo cierto control estatal. Ante todo, es como
un rendirse a las drogas como algo normal y no como mal para las personas,
familias y comunidades […] Se necesita
lo que aún no se ve en el horizonte: una vasta tarea nacional de educación y
prevención […] acompañada, claro está, con eficaces sistemas de represión de sus circuitos de difusión y de sus complicidades
políticas y financieras.”
El Dr. Guzmán
Carriquiry culmina clamando por la unidad Hispanoamericana. Lo saludamos por su
conferencia y también al semanario “La Mañana” por publicar sus valiosos extractos.
POST SCRIPTUM: Un
amable lector nos observa que lo que está pasando en Chile no es fruto de “espontáneas
protestas”, sino de la violencia organizada de grupos de izquierda. Nobleza
obliga, debemos reconocer que el Dr. Guzmán Carriquiry lo subraya en su
conferencia, manifestando que en Chile el desorden y los sacrilegios han sido
provocados por grupos marxistas y anarquistas. Pedimos disculpas por nuestro
error, que deja trunca su genial síntesis. Quisimos no extender demasiado el
artículo –el medio virtual no es el más indicado para largos desarrollos- mas,
en este caso, el remedio fue peor que la enfermedad. Disculpas y gracias.