RECIBIMOS Y PUBLICAMOS.
La agencia FARO informa:
Madrid, 01 abril 2020, Miércoles
de Pasión. Ayer martes por la tarde, después de la Misa de siete, la Policía
Nacional se presentó en la Capilla Santiago Apóstol, situada en la calle de
Catalina Suárez y perteneciente a la Hermandad Sacerdotal de San Pío X. Con
corrección, pero de manera terminante, conminaron al sacerdote que se
encontraba en ella a cerrarla de inmediato.
Desde la proclamación del estado
de alarma, la Policía había aparecido en otras tres ocasiones. Siempre se
habían marchado satisfechos de las medidas de prudencia ante la emergencia
sanitaria adoptadas en la capilla.
Fuentes habitualmente bien
informadas, que prefieren permanecer en el anonimato, apuntan a presiones de la
Conferencia Episcopal para clausurar el único lugar de culto que permanecía
abierto en Madrid. Su actividad, por un lado, ponía en evidencia el abandono de
los fieles por parte de las supuestas autoridades eclesiásticas, sin
precedentes en dos mil años de historia de la Iglesia; por otro lado, en la
Capilla Santiago Apóstol se oficia exclusivamente la liturgia tradicional del
rito romano, aborrecida por la mayoría de los vaticanosegundistas.
Además de las dudas sobre si el
estado de alarma permite legalmente llegar tan lejos, el laicismo militante del
régimen constitucional, secundado voluntariosamente por la Conferencia
Episcopal Española, deja pequeño al laicismo habitual de la Francia
republicana, donde se está permitiendo la celebración de Misas con no más de
cuatro asistentes. Precisamente mañana jueves S.A.R. Don Sixto Enrique de
Borbón presidirá en París la celebración de un funeral por su hermana María
Teresa, fallecida a consecuencia del coronavirus COVID-19 el pasado 26 de
marzo. La emergencia sanitaria exige medidas de precaución; pero no justifica
la suspensión del culto público --que no dejó de celebrarse ni durante las
peores epidemias de la historia-- ni la privación de sacramentos a los
católicos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario