El cansancio de Cristo- Antonio Caponnetto
“Venid a mi todos los cansados y agobiados, y yo os
haré descansar” (San Mateo, 11, 28).
“Mi rostro irá delante de ti, y te daré descanso”
(Éxodo, 33,14)
A pesar de la Cruz no eres fatiga
ni a pesar de tus clavos ajetreo.
Tu extenuación, decía el Cireneo
fue la del sol bruñendo cada espiga.
De armadura la sangre y de loriga
te cubrió cuando exánime eras reo
cuando el feroz clamor del pueblo hebreo
segó la vid y cultivó la ortiga.
Apenas si te oyeron una queja
-soliloquio del Hijo abandonado
que obedece en la sed y en el dolor-.
Tu cansancio no tiene olor a oveja
huele a incienso de Dios glorificado
a fragancia de Rey y de Señor.
(Tomado de “Celebraciones”, Antonio Caponnetto, Bella
Vista Ediciones, Buenos Aires, 2018, pág. 18)