sábado, 25 de julio de 2020

ESPIRITUALIDAD: LA EUTRAPELIA EN LOS EVANGELIOS (II de II)


¿Y en los Evangelios dónde se ve esa necesidad
del descanso, de lo lúdico, de los juegos, de las fiestas?

Se nos ocurren estos lugares:

(1) Jn. 2, 9-11: “Cuando el maestresala probó el agua convertida en vino, cuya procedencia ignoraba – aunque la conocían los sirvientes que habían sacado el agua -, llamó al novio y le dijo: ´Todo el mundo sirve primero el buen vino, y después, cuando han bebido bien, el menos bueno; pero tú has conservado el buen vino hasta este momento.´ Tal fue el comienzo que dió Jesús a sus milagros en Caná de Galilea; y manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en él.”


Comentario: este el primer milagro de Jesús en el comienzo de su vida pública y fue el de convertir alrededor de 437 litros de agua en buen vino para ser tomado por los invitados sobre el final de una fiesta de bodas que por entonces duraba varios días. Con este milagro Nuestro Señor castísimo es también sensible y da de beber buen vino a los invitados a una fiesta y ésta de bodas. Además de las connotaciones místicas que tiene este milagro, sobre todo el de santificar y sacramentalizar el matrimonio que es un misterio grande - “sacramento magnum” - de Cristo con la Iglesia que es su Esposa Mística (Efesios 5, 22-33), aquí se puede observar en Él un ejercicio eximio, grandilocuente de la virtud de la eutrapelia para con los invitados a la fiesta, tanto en lo que se refiere a sus cuerpos como a sus almas: según aquello de Eclesiástico 31, 36: “Alegría del corazón y bienestar del alma es el vino bebido a tiempo y con moderación.”

(2) Mt. 11, 28-30: “Venid a mí todos lo que estáis fatigados y cargados, que yo os aliviaré. Tomad sobre vosotros mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas, pues mi yugo es suave y mi carga leve.”

Nota: Nuestro Señor dice estas palabras inmediatamente después de alabar al Padre por la revelación que Él da a los pequeñuelos, los que son infantes espirituales. Y es muy propio de la infancia lo lúdico, el juego, la alegría, la algarabía.

(3) La alabanza bulliciosa de los niños, gritando en el Templo, reconociéndo a Jesús como el Mesías prometido es también eutrapélica frente al celo amargo de los judíos que no es según la ciencia. (Conferir Romanos 10, 1-4: “Hermanos, a ellos [los judíos] va el afecto de mi corazón y por ellos se dirigen a Dios mis súplicas, para que sean salvos. Yo declaro en favor suyo que tienen celo de Dios, pero no según la ciencia; porque ignorando la justicia de Dios y buscando afirmar la propia no se sometieron a la justicia de Dios, porque el fin de la Ley es Cristo, para la justificación de todo el que cree.” En ellos se cumplen aquellas misteriosas y terribles palabras de Cristo, dirigida a sus discípulos, de Jn. 16, 2-3 : “Os echarán de la sinagoga; pues llega la hora en que todo el que os quite la vida, creerá hacer un obsequio a Dios. Y esto lo harán porque no conocieron al Padre ni a mí.”.

Mt. 21, 14-17: “Y se llegaron a Él en el Templo ciegos y tullidos, y los sanó. Mas los sumos sacerdotes y los escribas, viendo los milagros que hacía y oyendo a los niños que gritaban en el Templo y decían: ´Hosanna al Hijo de David´, se indignaron, y le dijeron: ´Oyes lo que dicen éstos?´ Jesús les replicó: ´Sí, ¿nunca habéis leído aquello: ´De la boca de los pequeñitos y de los lactantes, me preparaste alabanza?´ (Salmo 8, 3) Y dejándolos, salió de la ciudad a Betania, donde se albergó.”

Comentario: Jesús de Nazaret con la cita de Salmo 8, 3: “De la boca de los pequeñitos y de los lactantes, me preparaste alabanza”, confirma el cumplimiento en su Persona de la aclamación mesiánica de los niños, profetizada en Salmo 117, 25 ss. - según el texto original hebreo - : “¡HOSANNA, HOSANNA! Bendito el que viene en nombre de Yahvé” y que ellos especifican con el término: “HIJO DE DAVID”, auténticamente mesiánico, pues el Mesías sería un descendiente de David, según: 2 Reyes 7, 11b-16 (Conferir Mt. 1, 1 y 9, 27). Y esto porque se sobrentiende que Jesús les dice a los sumos sacerdotes y escribas: ´los niños me alaban – eutrapélicamente – con razón: yo soy el Mesías y, por eso me aplican la aclamación mesiánica que aprendieron en las sinagogas – donde se sentaban al fondo junto con las mujeres - y que el pueblo sencillo sabe de memoria.´ (Conferir la carta n° 20 de San Jerónimo al Papa San Dámaso I) De ahí, su indignación pues, se decían a sí mismos: ´¿cómo puede ser que el reconocimiento del Mesías se dé fuera de nuestra legítima autoridad? Este Jesús de Nazaret no es de Dios.´  En la susodicha carta, San Jerónimo (+ 420 d.C.) dice que, por pedido del Papa – de quien era su secretario - estuvo investigando con los rabinos la etimología del “HOSANNA” de Salmo 117, 25 y concluye que “osanna” en el hebreo bíblico viene de “osi” esto es: “salva” y de “anna” esto es: interjección del que suplica.

(4) Mc. 6, 30-32: “Nuevamente reunidos con Jesús, le refirieron los apóstoles todo cuanto habían hecho y enseñado. Entonces les dijo: ´Venid vosotros aparte, a un lugar desierto, para que DESCANSÉIS un poco”. Porque muchos eran los que venían e iban, y ellos no tenían siquiera tiempo para comer. Partieron, pues, en una barca, hacia un lugar desierto y apartado.”

Otrosí, el P. Alberto Ezcurra enseña: “Tener sentido del humor es un buen signo de salud mental. Porque el humor, del que brotan la sana ironía, la risa fresca, la alegre carcajada, implica la percepción de lo absurdo, de lo contradictorio, de lo desproporcionado, de lo deforme. Y es condición imprescindible para esta percepción el ser dueño de un intelecto sano, capaz de contemplar y comprender al ser en su armonía y en el resplandor de su belleza.”

La sana ironía en los Evangelios

Se nos ocurren estos lugares:


(1) Parábola de los niños caprichosos
(Lc. 7, 31-35)

“¿Con quién podré comparar a hombres de este género? (v.32) Son semejantes a esos muchachos que, sentados en la plaza, cantan unos a otros aquello de: ´Os tocamos la flauta, y no danzasteis; entonamos lamentaciones, y no llorasteis.´ Porque vino Juan el Bautista, que no come pan ni bebe vino, y vosotros decís: ´Está endemoniado´; ha venido el Hijo del hombre, que come y bebe, y decís: ´Es un hombre glotón y borracho, amigo de publicanos y pecadores.´ Mas la sabiduría ha quedado justificada por todos sus hijos.”

Straunbiger comenta al versículo 32: “Alusión a un juego de niños. Jesús desenmascara la mala fe de los fariseos que, censurándolo a Él como falto de austeridad y amigo de pecadores, habían rechazado también al Bautista que predicaba la penitencia. Conferir Mat. 21, 25 ss. (donde se ve que los fariseos rechazaron al Bautista que venía de parte de Dios)

(2) La sana ironía enrostrada a los fariseos que creyéndose justos no lo eran
(Mt. 9, 9-13)

“Pasando Jesús de allí, vio a un hombre al telonio, de nombre Mateo, y le dijo: Sígueme. Y él, levantándose, le siguió. Estando, pues, Jesús sentado a la mesa en la casa de aquel, vinieron muchos publicanos y pecadores a sentarse con Jesús y sus discípulos. Viendo esto, los fariseos decían a los discípulos: ¿Por qué vuestro maestro come con publicanos y pecadores? Él, que los oyo, dijo:´No tienen los sanos necesidad de médico, sino los enfermos. Id y aprended qué significa:´Prefiero la misericordia al sacrificio (ritual)´ (Oseas 6, 6). Porque no he venido yo a llamar a los justos, sino a los pecadores.”

Sabemos de sobra por otros pasajes del Evangelio que la justicia de los fariseos era solo exterior, hipócrita y que en realidad su religión al verdadero Dios estaba adulterada y que no los justificaba (Conferir la parábola del fariseo y el publicano en el Templo que, empieza así: “Dijo también esta parábola a algunos que confiaban mucho en sí mismos teniéndose por justos y despreciaban a los demás: et cetera – Lc. 18, 9-14); pues su ritualidad, su observancia y hasta su oración meramente exteriores no los hacía justos a los ojos de Dios y que el arrepentimiento humilde del publicano sí lo justificaba. Que les dijo Jesús a sus discípulos: “Porque os digo que si vuestra justicia no supera (nisi abundaverit justitia vestra  plus quam) a la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.” (Mt. 5, 20). Que eran de abajo y no de Arriba (Jn. 8, 22-24). Y que hasta les increpó que ellos morirían en su pecado del cual eran esclavos creyéndose justos y que tenían como dios al padre de la mentira: al demonio (Jn. 8, 31-59).

Por todo esto, al llamar alusivamente Jesús a los fariseos: “justos”, creemos que estaba en realidad ironizando santamente, lo cual es propio del buen humor, de la eutrapelia.

* * * 

Excurso: un ejemplo de eutrapelia en el sentido de burla de lo satánico en el Antiguo Testamento

San Elías, profeta de Yahvé, burlándose de los profetas de Baal en 3 Reyes 18, 17-40

Esta cita contiene la burla que, San Elías profeta de Yahvé, hizo a los profetas de Baal, a los falsos profetas, es decir a los profetas del demonio, cuando éste no les respondió - como falso dios que es - a su pedido que hiciera bajar fuego del cielo para quemar el toro del sacrificio que habían preparado para él.

Porque como enseña el P. Alberto Ezcurra: “Dios se ríe del impío, dice la Escritura (Salmo 2, 4). Quien combate el buen combate de la Verdad, necesita del humor como de un ingrediente imprescindible para la salvaguarda de su equilibrio intelectual, psíquico, e incluso hepático. Porque el mal, manifestado en el error, en la mentira, en el pecado, no solo es trágico y perverso: es cómico, es rídiculo. Sería solo trágico si el principio del mal fuera un Dios malo, como el de los maniqueos o el de los persas. Pero el diablo es una creatura a la que su absurda soberbia lleva a querer igualarse con el Creador. Es el “mono de Dios” y, a la larga, su imitación deviene una parodia lamentable. La Edad Media tomaba muy en serio al Adversario. Pero también sabía burlarlo y burlarse de su jeta siniestra y deforme. Todo lo que es falso y pecaminoso lleva el sello de lo satánico y, por lo mismo, participa irremediablemente de su carácter simiesco.” 

En la cita acotada (3 Reyes 18, 23-29) leemos: “Désenos dos toros; y escójanse ellos un toro, y cortándolo en pedazos pónganlo sobre la leña, sin aplicarle fuego, y yo prepararé el otro toro, y lo colocaré sobre la leña, sin poner fuego. E invocad el nombre de vuestro dios, y yo invocaré el nombre de Yahvé. Aquel dios que respondiere con fuego, ése sea Dios.” Respondió todo el pueblo: “¡Bien dicho!” Dijo entonces Elías a los profetas de Baal: “Escogeos uno de los toros y preparadlo primero, porque sois más numerosos, e invocad el nombre de vuestro dios; mas sin poner fuego.” Tomaron, pues, el toro que les había sido dado y lo prepararon, invocando el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, gritando: “¡Baal, respóndenos!” Pero no había voz, ni quien respondiese, a pesar de que estaban saltando alrededor del altar que habían hecho. Al mediodía se burlaba de ellos Elías, diciendo: “Gritad más fuerte, ya que es dios. Está tal vez meditando, o se ha retirado, o está de viaje; o tal vez duerma y hay que despertarlo.” Gritaban, pues, a toda fuerza, sajándose, según su costumbre, con cuchillos y lanzas hasta chorrear la sangre sobre ellos. Pasado ya el mediodía, siguieron delirando hasta (la hora en que suele) ofrecerse el sacrificio sin que hubiese voz, ni quien respondiera ni atendiese.”

Proyección en el Nuevo Testamento de esta burla de San Elias profeta

Esta burla de San Elías profeta tiene una proyección en el Nuevo Testamento ya que él será uno de los “dos testigos” - junto con Enoc – que “atormentará” al Anticristo y sus secuaces (“quoniam hi duo prophetæ cruciaverunt eos” - Vulgata - Ap. 11, 10 -)  durante su reinado tiránico mundial inspirado por Satanás, por el Dragón que, durará 3 años y medio. Leer: Apocalipsis 11, 1-14.

San Elías retornará para – con su predicación y milagros – convertir a los judíos: de quien dice la Escritura: “Fuiste arrebatado en un torbellino de fuego, en un carro tirado por caballos ígneos.(Conferir 4 Reyes  2, 1-12) Tú estás escrito en los decretos de los tiempos, para aplacar el enojo del Señor, reconciliar el corazón de los padres con los hijos, y restablecer las tribus de Jacob.” (Eclo.  48, 9-10). “Él (Jesús) les respondió y dijo: ´Ciertamente, Elías vendrá y restaurará todo´.” (Mt. 17, 11). Provocando la resurrección de la Iglesia: “Ahora digo: ¿Acaso tropezaron para que cayesen? Eso no;  sino que por la caída de ellos vino la salud a los gentiles para excitarlos (a los judíos) a emulación. Y si la caída de ellos ha venido a ser la riqueza del mundo, y su disminución la riqueza  de los gentiles, ¿cuánto más su plenitud? A vosotros, pues, los gentiles, lo digo – en tanto que soy apóstol de los gentiles, honro mi ministerio – por si acaso puedo provocar a celos a los de mi carne y salvar a algunos de ellos. Pues si su repudio es reconciliación del mundo, ¿qué será su readmisión sino  vida de entre los muertos?(Rom.11, 11-15).

“Sobre esto dice Santo Tomás: ´Después de la muerte del Anticristo habrá para la Iglesia doble motivo de consolación, a saber: la paz y la multiplicación de la fe, pues entonces todos los judíos se convertirán a la fe de Cristo´.” (Extraído del comentario de Straunbinger a Tobías 14, 8 ss.)

Nota: las citas del P. Alberto Ezcurra las hemos extraído de un pequeño artículo intitulado: “Sobre el humor”; que hemos encontrado en el blog “Castigat Ridendo Mores”.


HILARIO ATANASIO DESARRIANO

Sayago
Montevideo
 Uruguay

Junio de 2020

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