Los politiqueros
son esencialmente mentirosos. Y la democracia es esencialmente una mentira (“el sufragio universal es la mentira
universal”, sentenció Pío IX). Esto es ostensible.
Tras prometer en
campaña electoral que si era ungido por la mitad más uno, no aumentaría los
combustibles, el fantoche de Lacalle Pou acaba de decretar su NOVENO aumento en
lo que va del gobierno, y el QUINTO consecutivo.
Ya entrados en el tercer año de la
criminal impostura covídica, los magnates de la filantropía sanitaria han
decidido redoblar la apuesta con la llamada “viruela del mono”. Los laboratorios
se frotan las manos por las billonarias ventas que ya han comenzado y Bill
Gates y la OMS se activan para que un nuevo tratado pandémico[1],
acompañado de una fuerza de tareas internacional destinada a “evitar y combatir
las pandemias”, les permita un control aún mayor sobre la población mundial,
relegando esta vez de manera prácticamente definitiva la soberanía de los
Estados nacionales, otrora soberanos.
Esta
semana, dos poderosos organismos globalistas se están reuniendo para promover
ideas y propuestas que colocarían una enorme autoridad en menos manos en dos
frentes clave que afectan a las personas en todo el mundo.
Del 22 al 28 de mayo, la Asamblea Mundial de la Salud, con
delegados de 194 naciones, se reúne en la sede de la ONU en Suiza. Se somete a
votación el punto 16.2 de la agenda provisional, que fue propuesto por la Casa
Blanca y cuenta con el respaldo de la UE y varias naciones.
Conde
Superunda. Retrato de Cristóbal Lozano (1758)
Por MANUEL TORRES H.
Es esencial estudiar la vida y los actos de los grandes hombres de nuestra
civilización, en ellos es posible encontrar una guía que dirija a las
comunidades hispanas hacia mejores escenarios, de desarrollo económico, político,
social y militar, por lo que es un deber recordar y honrar a los individuos que
se distinguieron en aquel período en que apenas tomaba forma Hispanoamérica.
Sus aportes tuvieron por objeto alcanzar la prosperidad de los suyos y de sus
descendientes, y el incremento de la grandeza de su patria, así como la
expansión de su fe.
El mayor atentado contra la Justica y la Verdad es que
ellos, con sus marchas y lloriqueos, pasan, para la opinión pública, de
victimarios a víctimas. Genial maniobra psicopolítica.
Se contabilizan como mínimo 27
asesinatos, 20 secuestros y 100 asaltos. Ello sin contar asaltos a polvorines,
armerías y a domicilios particulares, estallidos de bombas, tomas de cines y
radios, heridos, etc.
El igualitarismo
subversivo y destructor del cuerpo social, que nada deja en pie, ha fijado la
mira en otro blanco, hasta ahora –sorprendentemente- incólume: el fútbol.
Puesto que existe una notoria campaña financiada por los grandes centros de
poder para difundir e igualar el
fútbol femenino con el tradicionalmente predominante y, podríamos decir, hasta
hace poco, único fútbol masculino.
El Padre Alfonso Gálvez, en
un escrito publicado hace un tiempo, señalaba que “como en toda época de crisis -y esta en la que vivimos sufre la mayor
sequía espiritual conocida por la humanidad en toda su Historia- también ahora
abundan los falsos místicos y los falsos poetas […] A falta de lo auténtico,
los hombres han optado en dar por bueno lo que en realidad todo el mundo sabe
que es falso. O bien, se ha caído en tal estado de corrupción y de bajeza, que la
Modernidad está dispuesta a considerar sinceramente como bueno y auténtico lo
que realmente es bajo y despreciable.”
“Claro que siempre quedan, por aquí o por allá,
personas ilusionadas, con capacidad de soñar. Amantes de la Belleza, del Bien y de la Verdad, aún, mantienen la
llama de la creencia en que tales cosas, con razón llamadas transcendentales,
siguen existiendo. De tales Valores se podría decir, en una peculiar traslación
de las palabras que la Biblia aplica a Jesucristo: Ellos fueron, son y serán lo
mismo y los mismos. Ayer, hoy y por los siglos. En la moderna
sociedad tales gentes quizá vagan olvidadas por lugares y vericuetos
escondidos, ignoradas de un mundo que ha renegado de Dios. Y con Él, de todo
aquello que signifique cualquier valor
que fuera capaz de elevar al hombre a mayor altura que los irracionales. Pero están ahí […]”.
Pues bien: la misión de nuestra revista está ligada a
estos trascendentales, uno de los
cuales es la Belleza. Belleza que puede manifestarse, verbigracia, en la
música. Compartimos, así, este hermoso disco de este conjunto olvidado: “Los Nocheros”, de Uruguay. Que lo
disfruten.
El 30 de abril Bergoglio[1]
envió una carta manuscrita a la activista comunista argentina Hebe de Bonafini,
cofundadora y presidente de la organización revolucionaria y pro terrorista Madres de Plaza de Mayo, en homenaje a
los 45 años de la primera marcha en favor de los guerrilleros y sus allegados
desaparecidos durante el gobierno militar en Argentina, en la que reivindicó su
lucha y su “admirable trayectoria”.
Hace unos días, este personaje
circense estuvo por primera vez en el Uruguay, invitado por la diputada de
“Cabildo Abierto”, Elsa Capillera –esa tras quien se agolparon algunos católicos
en las elecciones (¿buscando su “puestito”?)- Por ello, nos parece buena idea
volver sobre esta serie que publicamos hace un tiempo. Nótese que el gordito,
prolijamente, habló de las “transformaciones que representan desafíos a los
derechos y libertades fundamentales para el funcionamiento de nuestra
democracia”.