El Padre Alfonso Gálvez, en un escrito publicado hace un tiempo, señalaba que “como en toda época de crisis -y esta en la que vivimos sufre la mayor sequía espiritual conocida por la humanidad en toda su Historia- también ahora abundan los falsos místicos y los falsos poetas […] A falta de lo auténtico, los hombres han optado en dar por bueno lo que en realidad todo el mundo sabe que es falso. O bien, se ha caído en tal estado de corrupción y de bajeza, que la Modernidad está dispuesta a considerar sinceramente como bueno y auténtico lo que realmente es bajo y despreciable.”
“Claro que siempre quedan, por aquí o por allá,
personas ilusionadas, con capacidad de soñar. Amantes de la Belleza, del Bien y de la Verdad, aún, mantienen la
llama de la creencia en que tales cosas, con razón llamadas transcendentales,
siguen existiendo. De tales Valores se podría decir, en una peculiar traslación
de las palabras que la Biblia aplica a Jesucristo: Ellos fueron, son y serán lo
mismo y los mismos. Ayer, hoy y por los siglos. En la moderna
sociedad tales gentes quizá vagan olvidadas por lugares y vericuetos
escondidos, ignoradas de un mundo que ha renegado de Dios. Y con Él, de todo
aquello que signifique cualquier valor
que fuera capaz de elevar al hombre a mayor altura que los irracionales. Pero están ahí […]”.
Pues bien: la misión de nuestra revista está ligada a estos trascendentales, uno de los cuales es la Belleza. Belleza que puede manifestarse, verbigracia, en la música. Compartimos, así, este hermoso disco de este conjunto olvidado: “Los Nocheros”, de Uruguay. Que lo disfruten.